En los últimos años, estamos presenciando un incremento exponencial en el número de ejemplares de esta especie. Pero, ¿cuáles son exactamente los problemas con jabalíes y su impacto?
Los problemas con jabalíes más comunes
En España ya hay un millón de jabalíes distribuidos por varias zonas del territorio. Hace algunos años, se advirtió ya del crecimiento desorbitado que esta especie estaba teniendo. Hoy, los peores presagios son una realidad, y se estima que para el 2025, esta cifra podría incluso duplicarse si no se toman medidas eficaces inmediatas.
Pero, ¿a qué se debe este crecimiento? En primer lugar, a las propias características del jabalí. Se trata de una especie con una enorme capacidad de adaptación y resistencia. Gracias a ella, no solo puede adaptar su alimentación, sino que también puede habitar en diversos entornos, ya se trate de bosques densos, zonas con menor vegetación o incluso urbes.
Sin embargo, esta característica no sería un problema tan grande si no fuera por la segunda razón de su crecimiento. Esta es la ausencia de depredadores. El principal depredador del jabalí es el lobo, y debido a la caza descontrolada, su población se ha visto amenazada hasta el punto de rozar el peligro de extinción. Por tanto, no hay ninguna especie de la cadena natural que frece el crecimiento.
En cuanto a los problemas con los jabalíes que se derivan de esta situación, son los siguientes:
Daños a la agricultura y las cosechas
Uno de los problemas con jabalíes más evidentes es el daño que provocan en la agricultura. Estos animales, con su tendencia a escarbar el suelo en busca de alimento, pueden arrasar campos enteros y destruir en cuestión de horas todos los cultivos. Por ejemplo, cosechas de maíz, trigo y cebada son especialmente vulnerables a estos ataques.
No obstante, estos animales no solo se alimentan de las plantas, sino que también pueden provocar daños en los tallos y en el suelo. Este impacto también dificulta que las plantas se recuperen y pueden volver a brotar en el futuro. Además de implicar la destrucción del alimento, también son pérdidas económicas muy significativas para el sector de la agricultura.
Pero desde el punto de vista medioambiental, no se trata únicamente de los daños directos en estos terrenos. También hay otro global. Y es que, al parecer, los jabalíes actúan como los tractores cuando aran el suelo. Si bien es una práctica habitual en la agricultura, supone la liberación de CO₂ a la atmósfera. Debido al número de ejemplares que hay, la liberación de dióxido de carbono procedente del suelo tiene un impacto ambiental, que equivale a 1,1 millones de coches, por ser casi 5 millones de toneladas métricas de CO₂.
Destrozos en contenedores de basura
Los jabalíes se sienten atraídos por la búsqueda de alimento. Por eso, a menudo se dirigen a los contenedores de basura en zonas urbanas y suburbanas. Por su fuerza, y ya que suelen desplazarse en grupos, pueden abrir y volcar contenedores, y dispersar los desechos por las calles. La consecuencia es un problema de higiene y de limpieza, que puede contribuir a problemas sanitarios si los desechos contienen alimentos en descomposición.
Impacto en la fauna y flora local
El problema con los jabalíes no se limita solo a la agricultura y a las zonas urbanas; también afecta a la fauna y flora local. Estos animales pueden competir con otras especies animales por recursos alimentarios, y su escarbar constante puede alterar la estructura del suelo y la composición de las plantas. La consecuencia directa es una disminución en la biodiversidad, con el impacto negativo en los ecosistemas naturales.
Soluciones a los problemas con jabalíes
Para tratar con eficacia los problemas con jabalíes, lo primero que se debe hacer es frenar el crecimiento exponencial de su población. Para ello, debe haber una intervención de los gobiernos, por ejemplo, con medidas anticonceptivas que impidan que se sigan reproduciendo. También, fruto del trabajo de años para recuperar al lobo ibérico, se valora reintroducirlo en su hábitat natural, como son los bosques de España, para que se alimente de jabalíes.
Sin embargo, dado que estas medidas atajan el problema progresivamente, también se deben tomar otras que protejan al sector de la agricultura. Estas son los vallados y cercados, ya sean sencillos o electrificados, así como los repelentes olfativos, que disuaden a los jabalíes.
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