Los conflictos con jabalíes son una constante en la península y en Europa, puesto que estas especies abundan en los entornos rurales y a poca distancia de las ciudades, a causa del abandono de los terrenos de la agricultura y la ganadería. Por su alta tasa de reproducción, la disponibilidad de alimento y la inexistencia de depredadores, los problemas con jabalíes van en aumento. Si conoces esta situación y buscas soluciones a conflictos con jabalís, en Faunatek podemos ayudarte.
Productos y Soluciones a Conflictos con Jabalís
¿Cuáles son los conflictos entre humanos y jabalís más comunes?
Los conflictos entre humanos y jabalíes se dan, principalmente, en las zonas de cultivos, en los recintos deportivos y en los parques urbanos. Puesto que hoy en día estos animales comparten su hábitat con los humanos y son conscientes de la ventaja que supone para conseguir alimento, acostumbran a frecuentar zonas urbanas y periurbanas, agrícolas y plantas de residuos. Junto a estos, otro de los problemas con jabalís son los accidentes en las carreteras e infraestructuras de transporte.
Conflictos entre humanos y jabalís más comunes
- Pérdidas económicas en zonas de cultivo
- Molestias a las personas por proximidad
- Accidentes en infraestructuras de transporte
¿Qué consecuencias tienen estos problemas?
Los conflictos entre humanos y jabalís tienen consecuencias directas para los primeros. En primer lugar, la presencia en las zonas agrícolas supone una importante pérdida económica, mientras que en el resto de espacios, lo que implica es una molestia hacia las personas. Al tratarse de un animal salvaje, su comportamiento puede ser impredecible. Con respecto a las carreteras, las autopistas o las vías de trenes, los accidentes y atropellos no solo ponen en compromiso el bienestar animal, sino que además implican un riesgo para la seguridad vial.
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Preguntas frecuentes sobre problemas con Jabalís
Estas son algunas de las preguntas y respuestas habituales de los clientes afectados por los diferentes conflictos generados por animales salvajes.
Los conflictos con jabalís se deben al crecimiento descontrolado de su población. Esta se produce porque, además de tener una alta tasa de reproducción, no cuentan con depredadores naturales. Así mismo, su alimentación omnívora y la disponibilidad constante de alimento, hacen que se den las condiciones perfectas para que pueda aumentar su número de forma progresiva.
Los conflictos entre humanos y jabalíes se dan principalmente en los pueblos y ciudades, sobre todo en aquellos cercanos a entornos rurales. También en huertos y granjas, así como plantas de residuos por la disponibilidad de alimentos, pero también en las carreteras y en todo tipo de infraestructuras de transporte.
Los problemas con jabalíes son las molestias que causan a los humanos por la cercanía y porque, al ser silvestres, su comportamiento es impredecible. Como cualquier otro animal de granja, pueden padecer enfermedades como la tuberculosis o la hepatitis E, pero dado que el contacto con humanos es raro, el riesgo es muy bajo. La presencia en carreteras o equivalentes es el riesgo mayor, porque afecta a la seguridad vial.
A diferencia de otros animales, los jabalíes suelen moverse en grupos, por lo que los daños son considerablemente mayores en las cosechas. Además, por su propio peso, las plantas aparecen completamente tiradas y la tierra movida, sobre todo en la parte central de las parcelas, y con las espigas comidas, como en el maíz, que es uno de sus alimentos favoritos ante la escasez de bellota en el monte.
Puesto que este animal está acostumbrado a la presencia de los humanos, las soluciones a conflictos con jabalíes se basan en medidas que actúan como repelentes o ahuyentadores, así como los cercados o las placas electrificadas que directamente impidan su paso a determinadas áreas, como pueden ser las zonas de cultivo o las infraestructuras de transporte.
El ahuyentado de jabalís más eficaz es aquel que simula el olor de los depredadores, lo que pondría al animal en situación de alerta y optaría por alejarse. Para ahuyentar un jabalí, estos productos se deben aplicar sobre todo el perímetro a proteger, y puesto que no contienen ingredientes tóxicos, se pueden rociar directamente sobre la vegetación. El repelente para jabalís tampoco causa daño alguno al animal.
Si atropellas a un jabalí o a varios, ante todo debes mantener la calma y avisar a las autoridades de tráfico, como por ejemplo a la policía local. En lo que respecta a la responsabilidad, las anteriores se limitan a dar fe del accidente, pero la responsabilidad recae en las vías públicas sobre la persona conductora, al tratarse de especies cinegéticas. Por tanto, no se puede reclamar ningún daño.
Soluciones para conflictos con animales salvajes
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