Los espacios compartidos entre la fauna y los seres humanos tienen como inconveniente que suelen generar situaciones de conflicto, debido a que sus intereses chocan. Los conflictos con conejos son uno de los más habituales, dado que se trata de animales urbanos que se benefician de nuestra presencia. Si tú también te has visto afectado por su presencia, en este artículo te contamos cómo puedes solucionar esta situación, o incluso prevenirla.
¿Cuáles son los conflictos con conejos más habituales?
Los desafíos derivados de la convivencia entre conejos y humanos pueden manifestarse de diversas maneras. Pero todas ellas se convierten en un problema que debe resolverse. A continuación vamos a conocer cuáles son los conflictos más destacados.
Degradación de jardines y cultivos
Los conejos son roedores herbívoros, por lo que encuentran en estos espacios una fuente abundante de alimento. Debido a ello, si el espacio donde están les resulta atractivo, se quedarán mientras sigue habiendo disponibilidad de recursos. Sin embargo, dichos recursos acostumbran a ser los cultivos de las personas propietarias. Por tanto, su presencia se convierte en un problema al llegar destruir completamente las cosechas.
Además, el inconveniente que supone es que, al ser de pequeño tamaño, los daños en los cultivos no suelen resultar visibles hasta que ya han avanzado lo suficiente para que las plantas o las cosechas ya no sean recuperables.
Acceso a zonas urbanas
Otro conflicto recurrente es la proliferación de conejos en áreas urbanas. Su rápida reproducción puede llevar a la superpoblación, y generar así preocupaciones sanitarias y ambientales. La presencia masiva de conejos no solo afecta la vegetación circundante, sino que también puede contribuir a la propagación de enfermedades.
Los espacios deportivos suelen ser una de sus instalaciones favoritas, por la amplitud de tamaño y porque existen múltiples zonas en las que refugiarse.
Cruce de vías y carreteras
El tercero de los conflictos con conejos más comunes son los accesos a las infraestructuras de transporte. Es decir, las carreteras o las vías de trenes. La interacción entre conejos y vehículos en estos espacios puede representar un riesgo tanto para los conductores, como para los propios animales.
Los animales no son conscientes del peligro que suponen las vías, por lo que cuando cruzan, lo hacen sin mirar. La consecuencia es un impacto directo que les causará la muerte o un siniestro para el vehículo en el caso de que intente esquivarlo.
¿Cuál es la función de los conejos en la naturaleza?
La prevención de conflictos entre conejos y humanos es esencial para fomentar una coexistencia armoniosa entre ambas especies. Y en el caso de que ya existan, deben resolverse de una forma que sea respetuosa para todas las partes.
Los conejos desempeñan varias funciones importantes en los ecosistemas naturales, con las que contribuyen al equilibrio y la salud de sus hábitats. En primer lugar, son herbívoros y, por eso, controladores de vegetación. Si bien se comen los cultivos, también se alimentan de hierbas, brotes, hojas y corteza de árboles. Gracias a ello, evitan que algunas especies se vuelvan dominantes y mantienen la biodiversidad en el ecosistema.
En segundo lugar, sirven como presa para numerosos depredadores, como zorros, aves rapaces, serpientes y carnívoros de mayor tamaño. Su papel como presa contribuye a la cadena alimentaria y equilibra al resto de poblaciones. Al mismo tiempo, sus madrigueras no solo les sirven a ellos de refugio, sino que también pueden proteger a las aves y a otros mamíferos más pequeños.
Tercero, los conejos son dispersores de semillas, debido a que se van moviendo por el terreno y pueden transportarlas en su pelaje. Además de la propagación por esta vía, sus excrementos también aportan nutrientes a los suelos, al actuar como fertilizantes naturales.
Soluciones a los conflictos entre conejos y humanos
La forma más eficaz de solucionar los conflictos entre conejos y humanos, así como de prevenirlos antes de que se produzcan, es mediante el uso de un cercado para pequeña fauna. Con este sistema de fácil instalación, se permite rescatar animales, pero también evitar su entrada en zonas que se desea que estén protegidas. Por ejemplo, áreas de obras, recintos deportivos, zonas de cultivo o infraestructuras de transporte.