La respuesta a si puede atacar un murciélago a una persona es sí, pero hay que hacer muchos matices a esa respuesta afirmativa. No ocurre en las mismas partes del mundo, ni con la misma frecuencia, ni con las mismas consecuencias. Hay que analizar bien si hay un riesgo.
¿Nos va a atacar un murciélago? ¿Hemos de temerles?
A los humanos nos intimidan los murciélagos. Las leyendas, su aspecto, su nocturnidad, sus sonidos agudos… Pero también por las enfermedades que portan en su saliva. Como ya mencionamos, los murciélagos son un foco infectivo para los humanos. Son reservorios de muchas enfermedades graves. Son el puente que hacen que pasen de animales a humanos. Las guardan en su saliva y se transmiten al morder (sin olvidarnos del hongo que hay en sus heces). Los perros, por ejemplo, también pueden transmitir la rabia, pero ya que existe un sistema de vacunación de mascotas domésticas, por lo que no suelen infectar a humanos en los países desarrollados. Por eso, los murciélagos son el foco principal de la rabia. Además, la mordedura de estos es indolora por lo que, al aparecer, no acertamos a saber cómo nos hemos infectado y como el periodo de incubación es de dos a diez días, necesitamos un diagnóstico rápido.
¿El murciélago es un animal peligroso?
No, no todos los murciélagos desean atacar a los humanos. De hecho, los que pueden llegar a hacerlo son, únicamente, los infectados. Los que suelen vivir más próximos a zonas habitadas por humanos suelen alimentarse de insectos y frutos.
Además de la rabia hay otros virus que portan (o, al menos, tenemos la sospecha): la gripe (que tiene una gran capacidad de mutación), el ébola (que se sospecha) y el virus de Marburg (confirmado y que, además, se transmite de los murciélagos frugívoros a humanos).
¿Dónde viven los murciélagos más peligrosos?
Los murciélagos hematófagos (o vampiros) viven en América. Allí es donde conviven las 3 especies hematófagas que hay en el mundo: Desmodus rotundus, Diphylla ecaudata y Diaemus youngi. De ellas, solo la primera se alimenta de mamíferos.
Hay noticias que hablan de que puede atacar un murciélago a una persona pero, en general, prefieren alimentarse del ganado. Allá donde haya, estarán ellos. Los ataques a humanos son casos bastante aislados y sensacionalistas.
Los murciélagos infectados por la rabia no atacan a otros de los suyos, pero tienen un comportamiento errático, se chocan y caen al suelo. Si nos acercamos a recogerlos, nos puede atacar un murciélago de entre los que queramos ayudar. Lo mejor es no acercarse. Ellos, por lo general, tampoco lo harán.
Es de vital importancia hablar esto con los niños, ya que quizá no lo sepan y quieran ayudar al animal. Además, estas enfermedades, en caso de tenerlas, son gravísimas en menores.
Este tipo de murciélagos (hematófagos) son los que, además de la rabia, también portan brucelosis, candidiasis, criptococosis y el trypanosoma evansi.
¿Qué hacer en caso de mordedura?
La mordedura suele ser indolora, y si la hemos sufrido al visitar cuevas o bosques, podemos no darnos cuenta. En caso de que sí nos hayamos dado cuenta, hay que ir al centro sanitario más cercano y contárselo al médico de urgencias. Se hará una profilaxis de la zona y las debidas pruebas para descartar enfermedades, así como una vacunación antirábica preventiva.
Más que el hecho de atacar un murciélago a un humano, lo que de verdad puede afectarnos en nuestro país es la neumonía (SARS) que causa el hongo del guano de estos. Y esto es común en todas las especies de murciélagos.
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