Ahuyentar jabalís, así como tratar de reducir su creciente población, son dos objetivos de actualidad en los bosques y campos de España. Debido a su tamaño y a su capacidad de adaptación, se han convertido en un problema. En este artículo, veremos qué soluciones hay contra ellos.
¿Por qué es necesario ahuyentar jabalís? Problemas más comunes
Los jabalís en España no son algo nuevo, puesto que siempre han vivido en nuestros bosques. Sin embargo, en la última década su población se ha visto descontrolada, sobre todo por la desaparición de su principal depredador natural: el lobo.
A este grave problema que repercute directamente en el bienestar y el equilibrio de los ecosistemas, hay que sumar las molestias que causan a los humanos y los entornos en los que habitan. Como por ejemplo, las huertas. Los jabalís son conocidos por causar daños significativos en los cultivos agrícolas. En cuestión de horas, pueden destruir todas las cosechas y ocasionar una pérdida económica considerable para los agricultores.
Además del impacto en la agricultura, estos animales también pueden causar daños en propiedades privadas y áreas urbanas. Puesto que su hábitat se ve continuamente destruido y amenazado, cada vez acuden con más frecuencia a los entornos urbanos en busca de comida y refugio.
Otro problema común asociado con la presencia de jabalís es el riesgo de accidentes de tráfico. Tienden a cruzar carreteras en busca de comida y se incrementan así las posibilidades de colisiones, que suponen la pérdida de la vida para animal y daños personales y materiales para los humanos.
Qué soluciones profesionales existen para esta problemática
Ante la necesidad de ahuyentar jabalís y minimizar los daños que causan, se han desarrollado diversas soluciones profesionales que consiguen su objetivo con eficacia y seguridad, ya que nunca causan daños a los animales.
Y es que aunque se está generando una imagen de odio hacia este animal por ser considerado una plaga, no deja de ser una especie más que forma parte de nuestros bosques y, por tanto, también con una función en los ecosistemas.
Barreras físicas
Las barreras físicas son uno de los métodos más eficaces para ahuyentar jabalís. Se utilizan con gran frecuencia para proteger áreas agrícolas y propiedades privadas de la invasión de estos animales. Estas estructuras pueden variar en su diseño y composición, pero su propósito es el mismo: disuadir o impedir el acceso de los animales no deseados a áreas sensibles.
Las vallas de malla metálica son una de las opciones más comunes. Se construyen con alambres entrelazados que forman una barrera sólida y resistente. La altura y la densidad de la malla pueden adaptarse según las necesidades específicas del área a proteger. Hoy en día, es posible acceder a este tipo de estructuras con una instalación sencilla. En algunas ocasiones, se usan también las vallas eléctricas, que incorporan un sistema de descarga eléctrica de bajo voltaje. Se trata de una opción aún más disuasoria para los animales.
Placa electrificada
Para las carreteras, además de los cercados se pueden usar medidas alternativas como la placa electrificada. Estas se colocan en tramos de la calzada para disuadir a los animales de acceder a autovías y autopistas. En ellas, la velocidad es elevada, y las consecuencias de una colisión pueden ser fatales.
La elevación sobre el suelo es muy pequeña y no suponen una molestia para los vehículos, en particular las motocicletas. Además, tampoco cuentan con trampas o agujeros que dañen a los animales.
Repelentes químicos
Estos productos están diseñados para emitir olores desagradables para los animales. Al usar sustancias que imitan el que desprenden sus depredadores naturales, se consigue ahuyentar jabalís de la zona tratada sin necesidad de recurrir a medidas físicas más drásticas como las vallas. En algunas ocasiones, se usan compuestos que intensifican olores que estos animales encuentran desagradables, como el amoniaco o el sulfuro de hidrógeno.
Se suelen aplicar en zonas vulnerables, como cultivos o jardines. De este modo, se mantienen alejados por miedo a ser atacados por otros animales. Existen, además, dos modalidades de repelentes, los que se aplican en aspersión y los de spray. Los primeros se usan en zonas de mayor tamaño, como las huertas, mientras que los segundos son idóneos en espacios más pequeños. Se deben aplicar con cierta frecuencia para mantener su eficacia.
Ahuyentadores electrónicos
Los ahuyentadores electrónicos son dispositivos que utilizan tecnología avanzada, como sensores de movimiento y emisores de luz, sonido o vibración, para detectar la presencia de jabalíes y activar una respuesta disuasoria. Pueden programarse para operar de manera automática y pueden ser instalados en áreas específicas que requieren protección adicional.
Faunatek es una empresa especializada en soluciones de control de fauna que ofrece diferentes servicios para ahuyentar jabalís y otros animales no deseados en diversos entornos. Con un equipo de expertos, ofrecemos asesoramiento personalizado y soluciones efectivas adaptadas a las necesidades específicas de cada cliente. ¡Contacta con nosotros y pide su presupuesto!